Cocinas con estilo

Hoy, más que nunca, la cocina se ha vuelto el centro de la casa. Es el punto de encuentro, el repaso de los planes con el café de la mañana, la última conversación por la noche. Para muchos, cocinar es una forma de meditar, para otros, es un ejercicio más divertido si se hace en grupo. Lo cierto es que el tiempo que pasamos en la cocina no es puramente práctico, sobre todo cuando estamos en un ambiente con onda. Por eso, las cocinas de Armando están diseñadas para ser una experiencia, y para adaptarse al estilo de vida de la casa.

El Armando de Basadre tiene un aire minimalista y clásico. Es la prueba de que pocas cosas son necesarias si se elige bien. Sus tonos neutrales y claros lo hacen un ambiente sereno y atemporal. Los nichos decorativos de madera son perfectos para tener todo a la mano, y para mostrar esos libros e implementos de cocina que se han vuelto objetos de culto. Esta cocina está hecha para quien prefiere un ambiente sin distracciones y necesita un espacio de reflexión y creatividad. El toque de calidez está en detalles, como el diseño del piso con un guiño retro, para dar color sin recargar y recordarnos que estamos en casa.

La calidez es el punto de partida para la cocina del Armando de Vanderghen. Aquí, el mobiliario en tonos madera crea un entorno acogedor y sofisticado. Los colores son sobrios e inesperados, como el topo jaspeado del mármol, el suave gris del mosaico y los detalles en cobre y metálico. La península alargada remata sutilmente con el patio: es una cocina con luz natural y vista propia, que invita a prolongar los almuerzos, a servirse una copa, a quedarse más tiempo. A pensar en esas reuniones informales, espontáneas, donde empiezan las mejores conversaciones.

Más bohemia y ecléctica es la cocina del primer Armando de Sáenz Peña. Fue pensada para los amantes de la mezcla de estilos, o para una familia que combina necesidades y personalidades. Por eso, aquí el contraste es esencial: el pop de color verde azulado en los muebles altos, el mosaico del suelo con su toque romántico, el enchapado tipo brick blanco, la isla central con detalles vintage… hay texturas, colores y formas diversas, pero que conversan y se complementan. Este es un ambiente protagónico, un punto focal que, al ser abierto, armoniza y atrae la vista desde el área social.

Las cocinas con estilo potencian los sentidos. Cocinar o comer en ellas es una experiencia de diseño que hace de la rutina diaria, un ritual fresco, dinámico y compartido.